FRAUDE
EN “VILLA MISERIA”
ACTO ÚNICO
(Despacho en un modesto juzgado
de pueblo en cualquier provincia de España.
Es de reducidas dimensiones
Paredes encaladas, estanterías abarrotadas de libros y papeles. Una mesa grande
con sillón de madera, una silla ante ella. Ordenador y teléfono, pilas de
documentos. Primera hora de la mañana de un día gris de invierno.
Sentada
en el sillón, una mujer joven, menuda. Va vestida con pantalones tejanos,
americana de sport y botas de tacón bajo. Tiene aire y ademanes dulces, pero es
muy decidida y resuelta. Es la jueza, se llama Andrea Martínez.
Por
el lateral, entra el secretario del
juzgado en el despacho. Se dirige hacia la mesa. El secretario es un hombre de mediana edad,
más bien gordo, aire campechano y atuendo informal. Se llama Francisco Frutos)
.
Buenos días,
Francisco. (Le indica que se siente). Perdone que le llame con estas prisas,
pero tengo que encargarle una tarea que no puede esperar.
FRANCISCO
Bueno…!!
(Lanza un bufido) Pues tengo yo hoy un día… además de una cantidad enorme de
trabajo atrasado, señoría, ya lo sabe usted.
ANDREA
Lo sé, lo sé.
Tendrá que dejarlo todo y ponerse a esto.
FRANCISCO
¿Tan
importante es?
ANDREA
Importantísimo.
De momento, necesito que compruebe hoy mismo este listado de contratos de
trabajo y de pagos a la
Seguridad Social.
(Le entrega
una montaña de expedientes)
FRANCISCO
¡Madre mía!
¿Qué es esto? Perdone usted, pero si no me da más datos.... (En tono tajante y
un poco chulesco), no voy a poder empezar y menos aún terminarlo hoy.
ANDREA
Oiga usted
Francisco, no me ponga tantas pegas desde primera hora de la mañana. Le voy a decir
una cosa: usted a lo mejor se piensa que porque soy joven voy a permitirle
faltarme al respeto así como así. Se
equivoca de medio a medio. Va a usted a revisar esos expedientes y lo va a
empezar de inmediato.
No obstante,
como va a resultar necesario para que comprenda la importancia de su misión, le
voy a adelantar un detalle fundamental. Se trata de un posible fraude y además
de una enorme envergadura.
FRANCISCO
(En un tono
que pretende restar importancia a la pregunta)
¿Un posible fraude? ¿A quién? (Pausa) Y todos estos
nombres ¿a quiénes corresponden? ¿A las víctimas?
ANDREA
Le parecerá
increíble, pero esos nombres son los presuntos implicados. Son nada más y nada
menos que 1700 vecinos, todos de este
pueblo.
FRANCISCO
¡¡ Pero eso es
imposible!! Si este pueblo, y contando a los que sólo vienen cuatro días en
verano, tiene 4.000 habitantes. No me lo
puedo creer. Tiene que haber un error. Y de los gordos.
ANDREA
Eso pensé yo
también al principio. Qué más quisiera yo que no fuera cierto. (Pausa). Se trata de un fraude a la Seguridad Social. Una
trama bien urdida que lleva funcionando varios años y en la que hay varias
empresas de construcción responsables directas de la estafa. Todas estas
personas han pagado 1200 € a cambio de un contrato falso de trabajo y eso les
ha permitido cobrar durante meses el subsidio de desempleo.
FRANCISCO
¡Santo cielo!
Pero cómo va a ser posible semejante estafa con los controles que hay hoy en
día? ¿Usted sabe lo que está diciendo?
ANDREA
Lo sé.
FRANCISCO
Perdone que se lo diga, pero... con toda franqueza...,
usted no tiene mucha experiencia judicial, casi acaba de iniciar su carrera… me
permito aconsejarla que vaya con sumo cuidado. Esto puede ser una bomba en el
pueblo y si luego se demuestra que no es cierto…
ANDREA
Mire usted,
Francisco, no se confunda de nuevo. Soy muy rigurosa en los procedimiento, más
que muchos veteranos. Así que no se preocupe por mí, y ocúpese de hacer bien su
cometido.
(Andrea se
levanta y se acerca a Francisco, quien permanece sentado).
FRANCISCO
(Se levanta. Tiene el gesto contraído por la rabia, pero
intenta disimular y habla en tono suave, fingidamente amable)
Disculpe si la
he ofendido, no era mi intención. Pero es que tampoco no me he encontrado con
algo así en toda mi vida. ¿Y cómo piensa proceder?
ANDREA
Voy a citarlos
de cien en cien en cuanto usted compruebe los datos.
FRANCISCO
¡Madre del
amor hermoso! No van a caber en el edificio; no puedo ni imaginarme el follón
que se va a organizar… Esto requiere una organización impresionante y unos
recursos que no tenemos.
ANDREA
Entonces, como
es mucho jaleo, lo dejamos ¿no?
FRANCISCO
No quería
decir eso, lo que planteo es que esto no se puede improvisar.
ANDREA
Nadie ha
hablado de improvisar. Yo asumo la responsabilidad y solicitaremos más medios,
todos los que sean necesarios.
FRANCISCO
Tiene usted
razón, si al final lo de menos es el trabajo y el atasco fenomenal que se va a
montar aquí.
ANDREA
Manos a la
obra entonces. Ya estamos perdiendo demasiado tiempo. Si esto se demora, los especuladores pueden enterarse que estoy
encima y destruir las pruebas.
FRANCISCO
Sí, si
enseguida voy. Pero déjeme decirle una cosa más.
Lo que más me preocupa es el drama humano que hay detrás de esto. A
los empresarios, a los cabecillas que
los emplumen, que se pudran en la cárcel. Son unos estafadores sin escrúpulos que
se aprovechan de la miseria y de la ignorancia de la gente. Pero , ¿qué pasa
con los demás? Son gente humilde, no hay trabajo en ninguna parte, piense en su
desamparado, la mayoría no saben leer ni escribir ni tienen donde caerse
muertos. Señoría, piense que no en vano a este pueblo le llaman “Villa
Miseria”.
Me está usted
hablando de una estafa de supervivencia que no les saca de nada. Ese subsidio
miserable, al lado de lo que roban todos los días los políticos corruptos y los
especuladores del ladrillo, es el chocolate del loro…
ANDREA
¿Qué me quiere
usted decir exactamente, Frutos?
FRANCISCO
Pues mire
usted: a mí la verdad, cuando el hambre acucia, y más si es la de niños, me
parece que para un padre desesperado …, menos matar… qué quiere que le diga...
estamos hablando de un robo menor, de un dinerillo para ir tirando de mala
manera; no sé si me explico… a mí me asaltan muchas dudas, se lo digo con el
corazón.
ANDREA
Es una
situación tremenda. ¿Cree que para mí esto es fácil? Llevo sin dormir una
semana, pero ya he tomado una decisión. Por duro que resulte, no podemos
defender la impunidad.
La del rico todo el mundo la tiene clara, pero es que la del
pobre tampoco se puede ignorar. No es justo para los que también lo pasan mal y
no delinquen. Si permitimos su proliferación masiva sería el caos ¿no le
parece?
FRANCISCO
Claro, claro,
hay que ver todos los ángulos de las cosas, pero es que me cuesta condenar a la
gente que no tiene nada, que nunca ha tenido una oportunidad en la vida. Por eso se lo
digo.
Por otra
parte, si se demuestra que estos parias tienen alguna culpa, que lo pongo yo
muy en duda… ¿usted se lo ha pensado bien? Quiero decir, si efectivamente se
comprueba el delito de esta pobre gente ¿qué piensa hacer con ellos? ¿Qué
paguen una multa? Pero si no tienen un duro… ¿meterlos a todos en la
cárcel? Yo, además, pensaba que usted era
de izquierdas…
(Andrea hace un gesto para detener su verborrea. Pero
Francisco sigue hablando sin freno).
La verdad le
digo… No puedo entender por qué hace esto, más de uno va a pensar que no es por
administrar justicia, sino por afán de notoriedad, por conseguir un prestigio
nacional ante un escándalo de esta envergadura…
ANDREA
Usted qué es:
¿un cínico o un ingenuo? Voy a pasar por
alto la última descalificación sobre la búsqueda de un éxito personal. Me
parece indignante y revela lo poco que me conoce. Decirle solamente que tiene
usted unas ideas muy peregrinas sobre la izquierda y sobre la justicia. Y confunde
abiertamente el sentimiento con la sensiblería.
FRANCISCO
Oiga, señoría,
yo sólo pretendía hacerle ver…
ANDREA
Se toma usted
muchas atribuciones y libertades que no le corresponden. Por otra parte, ocurre
que lo que usted ve es una imagen parcial y muy cómoda de la realidad. A ver si se
cree que yo no pienso en ese padre con niños pequeños, en esa madre que no
tiene qué poner en la olla, en esos jóvenes sin futuro ni esperanzas… Jamás les
olvido, sépalo usted. Lo que ocurre es que yo no me puedo permitir el lujo de
participar de sus cómodos tópicos.
FRANCISCO
Perdone, no sé
de qué tópicos me habla.
ANDREA
Se lo voy a explicar. Y de verdad que parece mentira que
un secretario de justicia de su veteranía no tenga aún esto claro. Nuestra
obligación es hacer respetar las leyes y administrar la justicia. Yo también
creo que la justicia es parcial e imperfecta, y me indigna que tantos delitos
graves queden impunes, se lo aseguro. Pero la ley es universal o no es ley, es
para todos ¿entiende? Estas personas son pobres, pero no tontos. La gran
mayoría sabía perfectamente que firmaba un documento falso. La ley es para los
peces gordos y también para los peces chicos ¿Me sigue usted?
Los pequeños
delitos de los ciudadanos de a pie hacen mucho daño a la colectividad, aunque
casi nadie se lo crea. Los descalabros en la economía del país arrastran a
millones de víctimas invisibles, y muchas de ellas tan débiles y necesitadas
como las que usted quiere amparar.
Cuestión
distinta es la pena de cada uno de los implicados. Los cabecillas son los
principales responsables y beneficiarios, no hay duda de ello, y lo tendrán que
pagar muy caro. Sopesaremos con sumo cuidado qué hacer en cada caso. No es
asunto menor y en buena parte la justicia depende de la calidad de la investigación. Yo
confiaba en usted para culminarla con éxito, pero, la verdad,… estoy empezando
a dudar de su firmeza, incluso he llegado a pensar que tiene algún interés en
que este asunto no se destape…
FRANCISCO
¡Señoría! Me
está usted ofendiendo. Si me permite, voy a retirarme y comenzar ahora mismo
con las comprobaciones pertinentes.
ANDREA
Por ahí
podíamos haber empezado. Retírese, y no se enfade, hombre. Eso sí, quiero el
informe mañana a primera hora.
(Sale el secretario. A los pocos segundos, se oye en “off”
su voz al teléfono. Habla rápido, nervioso, pero con gran firmeza)
FRANCISCO
Damián, soy
Paco Frutos, avisa urgente a Carlos Artero y a los demás. La cosa está que
arde. La jueza está sobre el tema; de un momento a otro va a empezar a detener
y a tomar declaración a los vecinos. He intentado convencerla de todas las
maneras y no ha habido forma. Está decidida a ir hasta el final. Yo me encargo
del expediente...
Quiero proponer 3 opciones para debatir en el
Taller:
1º cierre.- Yo me encargo del expediente, pero
vosotros tenéis que ocuparos de ella. Una última cosa..., que no sufra. En el
fondo me cae bien.
2º cierre.- Yo
me encargo del expediente, vosotros id a la salida del colegio. Los niños de
Infantil salen a las cinco en punto.
3º cierre- Yo
me encargo del expediente. Vosotros, del resto. Es el momento de publicar
aquella acusación de cobros irregulares que tuvo hace un par de años. No era
muy consistente, pero tal como está el patio político, seguro que conseguimos
que la releguen del caso. Mantenme informado. Adiós.
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